La primera foto no es de la Photokina, sino yo debajo del barril de vino del palacio de Heidelberg. Pero ilustra como es esta feria: te emborracha y es inacabable. Abajo podéis ver unas cuantas fotos más, esta vez de la feria.
Un ejemplo. El stand de Leica NO lo vi. Quería pasar por gusto, pero simplemente no lo vi durante nuestro recorrido. Nikon (y otros) , sí que lo vi, pero ni me paré. Total, sé que no voy a comprar Nikon en los próximos 2 años (sin que suponga demérito alguno de la marca).
Así que a otra cosa... papeles, objetivos, software, bolsas, trípodes, gran formato, accesorios y un largo etcétera.
Llegamos una hora tarde, pero de llegar a la hora de abertura simplemente hubiéramos reventado una hora antes del cierre. Decididamente se necesitan un par de días para ver la feria con un mínimo de dignidad. O saber muy exactamente lo que quieres ver, que sea poco y saber donde está.
Y me lo pasé muy bien, Stefanie también. Si dentro de un par de años tengo la oportunidad, repetiré, por dos días a poder ser.
Gute Nacht
Santi
3 comentarios:
Hay que ver que cara de felicidad tienes.
Ese objetivo que estas probando de metro y medio ¿que era Nikon, Sigma, Canon? ¿ que distancia focal tiene?
Saludos.
Era de Sigma, un 800 mm. Al lado tenia uno aún más grande, el 200-500 f/2.8, que no probé.
Ninguno de los dos entra en mi lista de la compra, ni en la de deseos. Si fuera muuuy rico, quizá en la de caprichos de ricachón y muy por abajo.
Santi, el barrilito ese lo podrías traer para nuestra próxima cena, siempre nos quedamos con sed. Vaya cosas mas grandes que tienes entre las manos y la cara.
Un saludo: Héctor
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